Segundo día en Tokio, el plan de hoy es visitar los barrios de Asakusa y Ueno, lo haré con Natalia e Isabel, habíamos pensado alquilar unas bicis pero como el día esta lluvioso nos decidimos por coger un paraguas del hostel y hacerlo a pie. Empezamos visitando el templo Senso-ji, que esta a escasos 200 metros del hostel. Que mejor forma de entrar al templo que atravesar Kaminarimon (la puerta del trueno). Según escuche en españoles por el mundo el farol de papel que esta en esta puerta es el mas grande del mundo, lo que si es seguro que es el mas grande que he visto yo. Como es normal a estas horas esta lleno de turistas sacandose la típica foto debajo del farol. Esta vez nos ahorramos la foto, anoche de vuelta al hostel sacamos unas cuando allí no había nadie.
Una vez atravesado la pueta del trueno entramos en la concurrida calle de tiendas Nakamise-Dori. Esta bien el mercadiloo para comprar los típicos recuerdos para turistas. Al final de Nakamise-dori esta la entrada al templo Senso-ji, consagrado a la diosa budista de la misericordia. Decidí probar fortuna y ver que me deperaba el futuro. Primero había que sacar un palillo de un bote exagonal, este tenía un kanji que te indicaba de que cajón debías sacar tu papelito en el que describía lo que va a acontecer en el futuro en un perfecto japonés. Menos mal que en la anverso del papel esta la traducion al ingles para guiris. Todo esto ayudado por un amable viejecito japonés que estaba por allí. Quede tan contento de lo que me deparaba el futuro que purifique mi espíritu con el humo de incieso de la entrada del templo y le rece una oración de agradecimiento a la diosa kan-on ;-)
Después un paseo por las tranquilas calles de Asakusa hacia Ueno. Por el camino pasamos por kappabashi-dori, calle llena de tiendas de menaje para la cocina y reproducciones de comida en plástico. Muchas de ellas con aspecto delicioso y otras que se permitían fantasear para crear figuras.
Una vez hemos llegado al estación de Ueno, nos volvemos a adentrar en el Tokyo mas místico recorriendo los diferentes templos del santuario de Toshogu. Una vuelta tranquila al estanque de Shinobazu, lleno de enormes flores de loto. Y aprovechando la gran oferta cultural del parque de Ueno, visita al Museo nacional de Tokio. Es inmenso, se puede estar horas y horas. Tenía solo dos horas, cierra a las cinco, tiempo justo para ver la sala principal con una impresionante colección de arte japonés y la galería de tesoros de Horyuji. El moderno edificio que contiene esta sala de exposiciones me gusto especialmente.
Para terminar visita al cementerio de Yanaka, donde deben de estar enterados ilustres personajes pero no encontramos ninguno. Eso si echamos unas buenas risas. Al anochecer vuelta hacia el hostel, agradable paseo por la avenida Kototoi-dori, Asakusa huele a flores.
Fotos Tokyo 1
Una vez atravesado la pueta del trueno entramos en la concurrida calle de tiendas Nakamise-Dori. Esta bien el mercadiloo para comprar los típicos recuerdos para turistas. Al final de Nakamise-dori esta la entrada al templo Senso-ji, consagrado a la diosa budista de la misericordia. Decidí probar fortuna y ver que me deperaba el futuro. Primero había que sacar un palillo de un bote exagonal, este tenía un kanji que te indicaba de que cajón debías sacar tu papelito en el que describía lo que va a acontecer en el futuro en un perfecto japonés. Menos mal que en la anverso del papel esta la traducion al ingles para guiris. Todo esto ayudado por un amable viejecito japonés que estaba por allí. Quede tan contento de lo que me deparaba el futuro que purifique mi espíritu con el humo de incieso de la entrada del templo y le rece una oración de agradecimiento a la diosa kan-on ;-)
Después un paseo por las tranquilas calles de Asakusa hacia Ueno. Por el camino pasamos por kappabashi-dori, calle llena de tiendas de menaje para la cocina y reproducciones de comida en plástico. Muchas de ellas con aspecto delicioso y otras que se permitían fantasear para crear figuras.
Una vez hemos llegado al estación de Ueno, nos volvemos a adentrar en el Tokyo mas místico recorriendo los diferentes templos del santuario de Toshogu. Una vuelta tranquila al estanque de Shinobazu, lleno de enormes flores de loto. Y aprovechando la gran oferta cultural del parque de Ueno, visita al Museo nacional de Tokio. Es inmenso, se puede estar horas y horas. Tenía solo dos horas, cierra a las cinco, tiempo justo para ver la sala principal con una impresionante colección de arte japonés y la galería de tesoros de Horyuji. El moderno edificio que contiene esta sala de exposiciones me gusto especialmente.
Para terminar visita al cementerio de Yanaka, donde deben de estar enterados ilustres personajes pero no encontramos ninguno. Eso si echamos unas buenas risas. Al anochecer vuelta hacia el hostel, agradable paseo por la avenida Kototoi-dori, Asakusa huele a flores.
Fotos Tokyo 1
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